El clima está cambiando y con el frío, llegan las ganas incontrolables de comer. Cualquier cosa. Todo el tiempo.
Foto: Tarta de carne
Nuestro organismo nos pide - en mi caso, directamente me obliga - a ingerir comidas asquerosamente calóricas en un intento (fallido) de aumentar la grasa corporal. Yo trato de decirle que se quede tranquilo: yo me voy a ocupar de mantenernos calentitos, pero sin perder el estilo!
Está demás decir que el muy infame no me hace caso, y ya es la segunda noche seguida que sueño con un triple waffle de dulce de leche con banana! Andá a saber de dónde habrá sacado esta imagen mi famélico subconsciente para enviarme registros de semejante bomba glucosa!
Pensando bien, existen cosas peores... Mucho peores!
En el blog This is why you're fat, "donde los sueños se transforma en ataques cardíacos", hay miles de pruebas de que el glotonismo humano ha traspasado todos los límites de la moralidad.
Igualmente, yo me quedo tranquila porque sé que en la Gordosfera, siempre habrá un lugar para mí!
Pd- Te agarró hambre? Seguí sufriendo...