Mientras que la mayoría de las empresas siguen manteniendo una jerarquía rígida y el 40% prohíben el uso de redes sociales en el trabajo, las empresas 2.0 funcionan bajo una nueva organización denominada “redarquía”.

Como menciona el estudio del IESE se trata de "un nuevo orden basado en las relaciones de participación que surgen de manera espontánea entre personas con intereses parecidos." bajo esta nueva lógica colaborativa, "La ejecución y puesta en marcha de acciones no está, por tanto, en quién tiene poder a nivel jerárquico, sino en aquel que a través de redes de colaboración consigue llevarlo a término."


Otro concepto planteado en el estudio es el de “excedente cognitivo”,  que surge de esta nueva forma de compartir las cosas del trabajo, que se extiende más allá del horario y del ambiente laboral y trasciende la estructura jerárquica de la empresa. 

"Las tecnologías 2.0 y medios sociales permiten que los usuarios interactúen incorporando su sabiduría a la red, produciéndose una transferencia de conocimiento a nivel global en ausencia de costes de transacción."

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