Brainbow” es el nombre de la nueva técnica desarrollada por biólogos moleculares de Harvard para estudiar el cerebro.

Esta técnica consiste en inyectar ADN retirado de corales y aguas vivas en ratones creados en laboratorio, que incorporan el material producido por los seres marinos y empiezan a producir proteínas fluorescentes.

Luego, una muestra del tejido cerebral de los animalitos es expuesta a luces coloridas en un microscopio, fotografiadas y pintadas vía computadora con hasta 90 colores distintos.

Si bien el resultado de este trabajo parece más arte que ciencia, la verdadera utilidad de este procedimiento es mapear las redes neuronales y entender cómo se conectan entre sí para desarrollar tareas y procesar sentimientos.

La idea de hacer testeo en animales no me agrada en absoluto, pero hay que reconocer que esta técnica es una herramienta poderosa para entender y en el futuro poder prevenir enfermedades como el Alzheimer, la esquizofrenia y otros disturbios mentales.