La semana pasada estuve medio colgada con el blog, pero tenia algo muy importante que hacer.
Debí viajar doce horas seguidas para enseñarle a mi sobrina una herramienta muy poderosa en el día de su primer cumpleaños. Tratase de una técnica milenaria que ha permanecido en mi familia por muchas generaciones y que, si la sabe utilizar correctamente, le ayudará a enfrentar toda y cualquier dificultad que se le presente en la vida.
Por suerte, aprenden rápido los chicos: