En el auge de la colaboración y del software libre, Microsoft se ve obligada a tomar una decisión que afectará algo más que su bolsillo: hacer con que su sistema operativo Windows sea más modular y compatible con el de sus competidores y pagar una multa record de $670 millones de dólares.

Si les interesa leer más sobre el tema, lean mi post La batalla de los libres en El viaje de Odiseo.